La astrología occidental tiene sus orígenes durante los tiempos precristianos en Babilonia y en el antiguo Egipto.​ En la astrología moderna occidental son reconocibles las bases y principios de interpretación así como también los cálculos, que son heredados de la astrología helenística que a su vez los heredó de la grecoegipcia Alejandría. Es a partir de ese entonces que surge la astronomía como un sistema de observación y detección matemática del cielo libre de interpretaciones, manteniéndose durante mucho tiempo como una ciencia auxiliar de la astrología. La astrología tiene en Europa una historia accidentada. Fue atacada y marginada después de la elevación del cristianismo como la religión de estado del imperio romano. Pero en las postrimerías de la Edad Media recuperó su reputación, y desde el Renacimiento hasta el siglo XVII d. C., era aceptada como una ciencia.